lunes, 22 de noviembre de 2010

Profesionales, No Sólo Licenciados

Lucía Carolina Pacheco Ortiz
Resumen:

El hecho de que muchos estudiantes de la carrera de Licenciatura en Lenguas Modernas en realidad no quieran ser profesores, es un secreto a voces. Esto, sumado a las cambiantes necesidades del mundo actual, hace necesario un replanteamiento de la carrera, y un cambio en su dirección. Sin embargo, no se ha visto que haya suficientes esfuerzos para realizar dicho replanteamiento, y esto perjudica a los estudiantes. Por otro lado, el cambio no es tan difícil de llevar a cabo, y sí ubicaría a esta carrera en el ámbito nacional e internacional como una de las mejores, más pertinentes y completas. El presente ensayo pretende dar a conocer la realidad acerca de las expectativas profesionales de los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Lenguas Modernas de la Pontificia Universidad Javeriana, y proponer alternativas para que la formación impartida obedezca más a los deseos y necesidades tanto del estudiantado, como del mercado laboral.

Palabras Claves:

Opción, Bifurcación de título (no doble titulación), Oferta, Demanda, Prácticas profesionales, Énfasis profesionales, Profesional, Licenciado, Evolución de la universidad



Profesionales, No Sólo Licenciados

El hecho de que muchos estudiantes de la carrera de Licenciatura en Lenguas Modernas en realidad no quieren ser profesores, es un secreto a voces. Una especie de rumor sin confirmar, algo que se “sabe”, pero que no ha sido comprobado. En una encuesta realizada a cien estudiantes de Lenguas Modernas, los resultados saltan a la vista y confirman lo que ya se suponía: 49% de los encuestados no quiere tener nada qué ver con el campo pedagógico, versus el 25% que quieren ser educadores. El otro 19% quiere desempeñarse tanto en el campo pedagógico como en otros campos, y el sólo el 7% se encuentra indeciso. Con respecto al título, la mayoría desearía tener título de profesional en Lenguas modernas (63%), versus los que prefieren el título de licenciados, que son el 36% (a una persona, o sea, el 1%, le da igual).

Del mismo modo, el 64% prefiere que haya igual énfasis tanto en las áreas pedagógicas como en las no pedagógicas, el 31% quiere que haya más énfasis en las áreas no pedagógicas, y sólo el 5% considera que la pedagogía debe ser priorizada. En cuanto a la realización de las prácticas, el 95% quiere que se permita la realización de las prácticas en otros campos diferentes al pedagógico, y sólo el 5% opina lo contrario. Teniendo en cuenta el número de estudiantes de la carrera, los resultados de esta encuesta son bastante dicientes.

La respuesta instintiva a este descontento es que ellos mismos deciden libremente inscribirse en una licenciatura, y por lo tanto, deben aceptar las condiciones sin quejarse. Pero la decisión no es tan libre como parece. En las ocho principales ciudades del país, existen 30 programas de pregrado relacionados con lenguas extranjeras (en las mismas ciudades, existen 48 programas de Medicina y 89 de Derecho). De ellos, 23 son licenciaturas. Los demás son: uno de Filología de un idioma en específico, otro que tiene como énfasis los estudios socioculturales, uno más de Lenguas Clásicas, y tan sólo dos son de traducción (uno de los cuales no está acreditado. El otro es en Medellín), y dos dan título de profesional en Lenguas Modernas, pero están enfocados a la administración de empresas, y son ofrecidos en universidades poco reconocidas.

La gran mayoría de los estudiantes de Lenguas Modernas de la Javeriana no escogen esta universidad porque sueñan con ser profesores, sino porque es una de las universidades de mejor calidad, y – dentro de lo que cabe - es la que tiene el currículo que se acerca más a la diversidad de opciones por fuera del área educativa. Sin embargo, a la hora de recibir su título, el estigma de “licenciado” queda con ellos. Y es que pagar 4’700.000 pesos semestrales por un título que básicamente sirve para ser profesor en un colegio, lo cual, según el escalafón docente a nivel nacional, amerita un salario de 1’013.132 pesos mensuales, no es ni justo, ni práctico. Mucho menos teniendo en cuenta que el mismo trabajo puede ser desempeñado por alguien que tenga el título de profesional, así no sea licenciado, por el mismo salario.

Igualmente, se les ha dicho que con el título de Licenciatura en Lenguas también se puede conseguir empleo en otros campos, y esto puede ser cierto de alguna manera. Pero al estar obligados a desarrollar una práctica docente, se tiene la desventaja de, por un lado, tener qué pasar, en muchos casos, por un trabajo no deseado (con los respectivos inconvenientes tanto para el practicante, como para el estudiante y los profesores), y por el otro, carecer de experiencia laboral en el verdadero campo de interés, lo cual redunda en un rezago crucial a la hora de conseguir empleo, trabajar de manera independiente o crear empresa.

Con tantas opciones y campos de desempeño posibles para un profesional en Lenguas Modernas, tales como la industria editorial, el trabajo diplomático y en Relaciones Internacionales, la traducción simultánea y de documentos escritos para diferentes empresas, la interpretación, la lingüística clínica y el trabajo interdisciplinar en industrias crecientes como el turismo, la minería y el doblaje, entre otras, en donde la demanda supera con creces la oferta de profesionales, es un absurdo que las posibilidades de desarrollar la práctica – y por lo tanto, de establecer contactos y obtener experiencia laboral para nuestra hoja de vida – se limiten a la enseñanza en colegios o centros de idiomas.

La idea no es eliminar la licenciatura (un tercio de los estudiantes encuestados quiere obtener el título de licenciado, y un cuarto quiere desempeñarse como profesor), sino reformar el programa de estudios y los requisitos de grado, de tal manera que los estudiantes posean una sólida formación básica, y que a mitad de carrera, puedan elegir entre un camino académico que conduzca al título de profesional, y uno que conduzca al título de licenciado. O seguir los dos y conseguir los dos títulos, si es el caso (19% de los encuestados quiere desempeñarse tanto en pedagogía como en otros campos).

Con la bifurcación del título no sólo se buscaría cambiar la forma, sino también el fondo: Se debe permitir la realización de prácticas no docentes en reemplazo de las docentes, así como la realización de las mismas – pedagógicas o no – en diversos lugares dentro y fuera del país, y en diferentes campos. Así mismo, se debe ampliar la oferta de énfasis no pedagógicos, y darle al estudiante a mitad de carrera la opción entre escoger una vía que conduzca a una licenciatura, o una que conduzca al título de profesional en Lenguas Modernas como tal, pues si bien tanto la carrera de licenciatura como la de profesión en Lenguas Modernas tienen mucho en común (y por lo tanto, tienen muchos requisitos en común), también tienen diferencias entre ellas, sobre todo en cuanto al enfoque que cada una con respecto al conocimiento adquirido.

Esto no es nuevo para la universidad. Por ejemplo, en Filosofía y Teología existe la opción de estudiar la carrera o la licenciatura, en Música y Artes Visuales el énfasis se encuentra incluído en el título del diploma y en Comunicación Social, además del título profesional como tal, se da un diploma adjunto en el que se indica el énfasis que estudió el graduando.

Para poder lograrlo se necesitan cambios esenciales, pero no tan grandes como para negarle la posibilidad a quienes actualmente se encuentran estudiando. Todo es cuestión de fortalecer y ampliar el énfasis en traducción, así como crear un énfasis en investigación, e incluir materias de traducción básica en el núcleo fundamental, de tal manera que abarque una porción suficiente del currículo para aquellos que quieren obtener el título de profesional, y permitir las prácticas no pedagógicas para quienes escojan dicho camino.

La Universidad Javeriana siempre se ha caracterizado por marcar tendencias en lugar de seguirlas, y ésta es la oportunidad para demostrarlo, y posicionarse una vez más como una institución competitiva y de alta calidad. Y los estudiantes actuales quieren ser no sólo parte del cambio, sino beneficiarios del mismo.

Referencias:

Lucía Carolina Pacheco, Encuesta realizada a 100 estudiantes de lenguas modernas.

www.universidadescolombia.com

http://puj-portal.javeriana.edu.co/portal/page/portal/Facultad%20de%20Comunicacion/pre_car2_presentacion

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