domingo, 21 de noviembre de 2010

Plan B: Prescindir de los estudios profesionales

Kelly Ford
Pontifica Universidad Javeriana
Estudiante

En realidad, ¿cuál es la clave para el éxito? Desde siempre, nuestra sociedad, nuestra familia, las personas que nos rodean y que tienen una gran influencia en nuestra vida, nos han metido la idea de que para alcanzar el éxito, el primer paso es conseguir un título universitario para luego conseguir un trabajo conveniente y provechoso, y de esta manera haber alcanzado una de las metas en la vida que sería estar económicamente estable, tener una buena posición, y un buen reconocimiento social. La idea de que unos años de educación superior se traducirán en un mejor trabajo, mayores ingresos y una vida más feliz, es un refrán constantemente repetido, y con el cual muchos estarán de acuerdo. Pero por otro lado, un influyente grupo de economistas y educadores está creando una nueva manera de pensar, y un nuevo camino que considerar, el cual sería para algunos estudiantes, prescindir de los estudios profesionales, sea o no carrera técnica, pues consideran que el pago de estudios superiores se ha convertido en un gasto enorme. Así, es un riesgo bastante alto pagar sin la seguridad de obtener el título y de trabajar en el campo profesional para el que se ha estudiado. Ciertamente, existen muchos casos en los que las personas terminan trabajando en lo menos esperado. Es tiempo de desarrollar alternativas creíbles para estudiantes que no estén seguros de lo que quieren estudiar, y que no sienten que estudiar cierto campo en la universidad sea por vocación, por tener un gran deseo de conocer una temática a nivel universal, para luego hacer uso práctico de dicho conocimiento sin estar pensando necesariamente en el uso lucrativo. Alternativas que les muestren a los estudiantes la verdad de si es necesario o no ir a la universidad, sin importar lo que diga la sociedad, la familia, y las personas influyentes del entorno.

Palabras clave
Prescindir, Vocación, Educación , Título, Carrera.

¿Qué tan importante son los estudios profesionales? Una educación universitaria no es siempre necesaria cuando se trata de conseguir un trabajo pues evidentemente existen varias personas que trabajan sin haber pisado la entrada de una universidad. Se están gastando grandes cantidades de dinero en estudios superiores que tal vez no podrían en última instancia, ayudar a los estudiantes a obtener un buen trabajo. Aunque, después de todo, ellos simplemente no pueden prescindir de dichos estudios según los patrones que se supone que se deben seguir en nuestra sociedad.

Es un hecho que la mayoría de casos, tienen mejores perspectivas de remuneración, por lo que estudiar en una universidad o institución tecnológica valdría la pena. Optar por una educación superior parece ser la decisión correcta, claro, si se trata de estudiar un campo con el único fin de adquirir ganancias en un futuro. Pero también, es necesario entender que un gran determinador es el empleador, pues lo que importa es lo que éste esté buscando, y cuáles sean sus demandas. Lo que es seguro, es que no es necesario tener un título universitario, es sólo que los empleadores lo prefieren. Ahora bien, lo que usualmente buscan los empleadores pertenecientes a cualquier tipo de compañía, son trabajadores de nivel básico con habilidades sociales que una universidad no enseña necesariamente, y que mucho menos son introducidas en la enseñanza de educación primaria y secundaria. Estas habilidades o destrezas incluirían: la resolución de problemas, toma de decisiones, resolución de conflictos, la cooperación, y la escucha activa. El valor de un título se ha convertido en una profecía para el auto-desarrollo: se ha convertido en un valor tan grande porque la gente asume que debe ser de esa manera.

No es irreal asumir que sólo porque los universitarios graduados obtengan más dinero, no signifique que el título como tal les provea algún conocimiento adicional necesario para prosperar en sus trabajos; sólo significa que los empleadores los encuentran más atractivos o más apropiados para el trabajo porque tienen un título, es decir un nombre que los posiciona en alguna categoría. Es un hecho que los empleadores preferirían a alguien que haya estudiado algo irrelevante o innecesario para el trabajo, a alguien que simplemente no haya estudiado.

Por otro lado, si se trata de conseguir una buena carrera para más adelante conseguir un buen dinero, entonces se descartarían por completo carreras con poco uso práctico en el mercado laboral, como la antropología o la literatura rusa, entre otras, con las cuales se puede obtener un gran enriquecimiento personal. Estos graduados usualmente terminan trabajando en campos que tienen poco o nada que ver con su educación, pero aún así su título universitario les da una ventaja sobre cualquiera con sólo un diploma de escuela secundaria, y les da una gran ventaja al ser experimentados en un campo que no muchos conocen.

El problema está en invertir dinero en la educación cuando no se sabe bien lo que se quiere; muchos estudiantes asumen increíbles montos en deudas antes de siquiera haber obtenido su primer cheque de pago; en otros casos sus padres gastan sus propios ahorros que podrían ayudar para su jubilación. Sin olvidar también que esto se suma a los problemas de la deuda nacional, pues éstos jóvenes adultos habrían ahorrado más, y tal vez hasta invertido un poco en la economía. Pero por el contrario, normalmente cualquier dinero extra que puedan obtener se dirige a los pagos de préstamos. Por esto, hay que considerar que algunos de ellos pudieron haber comprado una casa con lo que gastaron pagando sus estudios para ser partícipes de una educación superior.

Ahora, también está el costo de pasar el tiempo estudiando en vez de estar trabajando. En este momento, es claro que el mercado laboral no necesita más trabajadores. Pero en una buena economía, estos individuos podrían ser capaces de hacer grandes aportaciones al producto interno bruto del país y hacer de sus estudios una carrera bastante útil.

De manera que, decir que la universidad es valiosa para muchos adultos jóvenes, es una afirmación irrefutable, pero decir que es valioso para todos, o por lo menos para la mayoría de los jóvenes es un asunto que todavía no es del todo acertado.

Si se está seguro de estudiar una carrera universitaria o tecnológica como vocación, sabiendo que más adelante no se renunciaría a trabajar en ese campo, entonces vale la pena pagar una gran cantidad de dinero a la institución para que ofrezca el conocimiento que es requerido. Por ejemplo, hay personas que escogen ser militares, unos porque siempre les ha apasionado ser parte de su nación, debido a que quieren luchar por y en representación de ella, y otros debido a que esta labor tiene excelentes sueldos. Las repercusiones para aquellos que se enfocan en lo rentable, es que se les haría mucho más difícil adaptarse a lo que en realidad conlleva ser militar, es decir, tendrían que lidiar con el hecho de que no pueden abandonar su trabajo en cualquier momento, deben prepararse para competir arduamente, y ascender en su trabajo. Deben afrontar situaciones como estar alejados de sus familias por prolongados períodos de tiempo. Así que tomando este ejemplo como situación real, los jóvenes deben entender que el trasfondo de escoger una carrera va mucho más allá de obtener un título; se trata de aceptar la carrera como una profesión, y como una pasión con la que se podría vivir toda la vida.

No se debe escoger una carrera profesional porque los papás, ni la sociedad lo digan, ni tampoco porque sea la mejor opción para ganar bastante dinero; debe ser una decisión que demuestre autonomía y madurez por parte de los jóvenes; que demuestre que se conocen a sí mismos y que son lo suficientemente competentes como para decidirse por una carrera que sea conveniente para ellos mismos, ya sea porque les provee satisfacción en el momento de trabajar, y no después de haber recibido su primer cheque, o porque mediante dicha carrera pueden aportar algo a la sociedad y dejar su marca en ella. De la misma manera, hay que comprender que bien sea la carrera la que provea un desarrollo intelectual y de conocimiento, depende de cada individuo esforzarse por el desarrollo personal independiente del título que se otorgue, pues en sí es indispensable en cualquier trabajo. De lo contrario, es mejor prescindir de la universidad pues se abstiene de gastar dinero, y de perder tiempo valioso que podría ser útil en el momento de hacer lo que realmente le apasiona a cada persona.

Glosario
Prescindir: Privarse o abstenerse de lo que se considera necesario.
Vocación: Inclinación a una profesión o a una carrera.
Educación: Proceso de socialización y aprendizaje encaminado al desarrollo intelectual y ético de una persona.
Título: Documento que acredita la obtención de un grado académico tras realizar los estudios, exámenes y pruebas pertinentes.
Carrera 1: Estudios universitarios repartidos en una serie de años con los que se obtiene un título profesional.
Carrera 2: Profesión.

Referencias Bibliográficas



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