sábado, 20 de noviembre de 2010

INCIDENCIA DE LA ACREDITACIÓN EN LA CARRERA DE LENGUAS MODERNAS DE LA UNIVERSIDAD JAVERIANA

¿Cuáles son los beneficios de la acreditación deL programa académico DE LENGUAS MODERNAS para cada uno de los actores involucrados: sociedad, institución educativa, estudiantes y profesionales DE LA FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE DE LA UNIVERSIDAD JAVERIANA?

Olga Andrea Pedroza Rojas
Pontificia Universidad Javeriana-Bogotá
Estudiante Programa de Lenguas Modernas

 

Resumen


El presente trabajo destaca la importancia y beneficios de la acreditación de programas académicos, muestra en forma sintetizada el proceso oficialmente establecido en Colombia para acreditación de alta calidad y registra, con argumentos estadísticos y soporte documental, el sitial de honor que tiene el programa de Lenguas Modernas que oferta la Pontificia Universidad Javeriana – Sede Bogotá.


Palabras claves: acreditación, autoevaluación, calidad académica, CNA, estándares de calidad, Lenguas Modernas, MEN.


El creciente desarrollo tecnológico, la generación sostenida y gradual de nuevos conocimientos, y el auge cada vez más sofisticado de las comunicaciones han convertido el universo entero en una aldea local, en la que los procesos, hechos y realidades de cualquier lugar, por distante que sea, son puestos en la retina de casi todos los rincones del planeta tierra en tiempos reales. Esta es una forma descriptiva de entender el concepto de globalización de los distintos procesos que forzan a que los distintos sectores socioeconómicos, instancias y niveles de un país se desarrollen en el marco de la competitividad. 

Para comprender y hacer frente a la dinámica de alta competitividad que impone la globalización es necesario ver en el ser humano al recurso más valioso con el que cuenta el país y en tal sentido, los esfuerzos  en lograr su mejor preparación deben buscar siempre la excelencia académica. En este sentido,  siendo la educación, un pilar fundamental del desarrollo y, base de todas las líneas de crecimiento como país, y estando la educación consagrada como derecho constitucional, se interpreta como un buen acierto del Estado Colombiano, de orientar la educación de tal forma que  los procesos de formación y/o capacitación en oficios y profesiones de las nuevas generaciones, se den  al más alto nivel de formación y obedezcan  a una dinámica de máxima exigencia en materia de calidad y de mejoramiento continuo.

Los procesos que rigen, hoy en día, la academia universitaria colombiana y en especial, la autorización a las Universidades para ofertar Programas Académicos y permanecer en servicio [Registro Calificado] y el Certificado de su calidad competitiva [Acreditación de Alta Calidad], se convierten en los mecanismos que tiene el Estado Colombiano para facilitar que las Instituciones de Educación Superior puedan rendir cuentas a la Sociedad a la cual pertenecen, de su rol y responsabilidad social como formadora del talento humano en las diferentes profesiones. La exigencia de una educación de calidad, se convierte entonces en el  puente que conecta y equilibra el principio constitucional de autonomía universitaria y su compromiso y responsabilidad social.

El presente trabajo se orienta a dar una respuesta a la pregunta ¿Qué importancia tiene que el programa académico de Lenguas Modernas de la Universidad Javeriana esté acreditado?, y se basa en un ejercicio de investigación documental adelantado por la autora sobre el tema de acreditación de alta calidad, en el marco de la cátedra Interlocución y Argumentación, y en un análisis de las estadísticas que en la materia de acreditación de programas académicos, ofrece el Consejo Nacional de Acreditación en Colombia.  El artículo presenta las hipótesis de trabajo que orientan la construcción de la respuesta a la pregunta  [problema] de investigación, unas definiciones básicas como marco conceptual al tema abordado, continúa con la exposición de algunos elementos que destacan la pertinencia de la acreditación para el país, sigue con la descripción del proceso de acreditación en Colombia y finalmente desarrolla la respuesta a la pregunta que da nombre al trabajo. A manera de corolario, se presenta la percepción de la autora respecto del honor que significa adelantar el proceso formativo en un programa académico que ostenta acreditación de alta calidad, como lo es Lenguas Modernas de la Universidad Javeriana-Sede Bogotá.


Mediante el proceso de acreditación de alta calidad, la Universidad garantiza el más alto nivel de formación de los profesionales y especialistas que reclama el país. Esta afirmación se constituye en hipótesis, significando que la acreditación tiene incidencia en la calidad académica de la carrera Lenguas Modernas de la Pontificia Universidad Javeriana.

El desarrollo tecnológico, la generación de nuevos conocimientos, y el crecimiento sofisticado de las telecomunicaciones se izan como pilares de la globalización y el nuevo orden social, configurando una sociedad moderna que demanda de talento humano altamente calificado, con actitud competitiva, con el compromiso de situar a Colombia como un interlocutor válido en los diferentes  escenarios sociales, económicos, tecnológicos, culturales, académicos, e industriales, entre otras dimensiones,  en el orden internacional. 

Así mismo, el gradual crecimiento del país, como Nación y como Estado, reclama cartas cada vez más claras de convivencia solidaria, con respeto por las diferencias, y en el marco de una construcción de comunidad en paz. Exigencia ésta que requiere de un sistema formativo de personas de libre pensamiento, innovadoras, con capacidad para generar conocimiento y desarrollo comunitario.           

De esta manera, las funciones sustantivas que desarrolla la Universidad se convierten en elementos pertinentes al desarrollo del país. De hecho, los Centros de Educación Superior, al confirmar con su quehacer la pertinencia de su razón de ser, en el marco de sus respectivos Proyectos Educativos Institucionales o bien llamados Proyectos de Vida Académica, mediante estrategias creativas que posibilitan materializar sus respetivos postulados de misión y visión, también logran, si lo hacen con transparencia y sentido de país, dar cuenta a la sociedad de la calidad de sus funciones fundamentales [la formación de profesionales, la generación del conocimiento y el servicio social y puesta en escena de su capacidad asesora y consultora].

En tal sentido, la primera de tales funciones sustantivas en una Institución Universitaria [DOCENCIA] debe regresar por el camino de formar en valores, de orientar sus esfuerzos a educar en competencias, de implementar metodologías creativas que posibiliten formar personas con un sólido haber cognitivo en los respectivos campos disciplinares, pero al mismo tiempo con una actitud positiva de adaptación frente a los retos que impone la dinámica del conocimiento.

El hacer investigativo de la Universidad, por su parte, dado su carácter autónomo e independiente, debe regirse por su capacidad creativa, innovadora y crítica, y responder con creces a las demandas del contexto social y productivo del país y del mundo, tanto en lo tecnológico como en lo social, sin olvidar que todo hacer humano con dimensión constructiva de sociedad, debe ser estrictamente antropocéntrico y por consiguiente ético y político, en el sentido del servicio colectivo.

Finalmente, la Universidad debe orientar su función de extensión a fortalecer sus vínculos con el entorno social, procurando que su hacer sea proactivo, pertinente y oportuno. Un caminar unísono de la dupla Universidad-Región posibilita no sólo que la sociedad desarrolle un mayor sentido de pertenencia con su Universidad sino que la propia Institución adquiera como valor agregado la retroalimentación que la comunidad beneficiaria de los servicios de extensión ofrece a los diferentes Programas Académicos.  Colombia tiene implementado el sistema de acreditación de instituciones y de programas académicos. Dada la diversidad de experiencias internacionales en materia de acreditación de alta calidad de programas académicos, parece existir una tendencia a identificar, adoptar o apropiar indicadores universales para evaluar la calidad formativa. Existen sistemas de ranking mundiales de Instituciones Universitarias  (v.gr. Shanghái y Times), que enfatizan en indicadores que midan la productividad intelectual asociada a la generación de conocimiento (publicaciones indexadas en el ISI [4]). El modelo colombiano ha tomado, además de sus mejores experiencias nacionales,  aspectos procedimentales exitosos en otras latitudes, en materia de evaluación de la calidad académica de los programas.

En Colombia, la acreditación está conformada por dos componentes: i. gubernamental  (regida por la ley y las políticas del CESU, financiada por el  Estado y administrada por el MEN; ii. las universidades [privadas y públicas], por cuanto el proceso es liderado por las mismas instituciones, con el apoyo de pares académicos y con la coordinación del [CNA], integrado por académicos activos en las distintas IES. El CESU ha formulado un modelo de acreditación a partir de un ideal de Educación Superior que busca
articular referentes universales con los referentes específicos definidos por la misión y el proyecto institucional”.[1]. El modelo de acreditación sintetizados en los lineamientos divulgados por el CNA [1998] incluyen “un marco conceptual, unos criterios de calidad que dirigen las distintas etapas de la evaluación, unos factores o áreas de desarrollo institucional, unas características u óptimos de calidad. El modelo propone además variables e indicadores, establece la metodología y define los instrumentos requeridos, tanto para la autoevaluación, como para la evaluación externa de programas e instituciones”, [1].
La acreditación consta de tres fases: La autoevaluación, la evaluación externa y la protocolización de la acreditación. La primera etapa es el autoexamen, al interior de la misma Universidad, para evaluar la calidad del programa que oferta, el cual realizan las instancias y miembros pertenecientes a los estamentos adscritos al programa.

Para este propósito, el CNA ha definido una guía procedimental, que orienta el ejercicio de autoevaluación en cada unos de los estándares de calidad objeto de análisis, pero cada Institución, en ejercicio de su autonomía, puede concebir su propio modelo. La mayor parte de las instituciones universitarias colombianas realizan foros y talleres presenciales pluriestamentarios, diseñan y aplican instrumentos de captación de información básica, hacen lectura cuidadosa de sus soportes documentales y físicos y se apoyan en plataformas virtuales para la toma  y procesamiento de información.

La segunda fase, denominada evaluación externa, la realizan agentes que no pertenezcan a la Universidad [pares académicos de otras instituciones y CNA] quienes analizan la naturaleza de lo evaluado, a partir del informe de autoevaluación presentado por el programa. El ejercicio de evaluación de los pares conlleva “la verificación de resultados,  identifica las condiciones internas de operación de la institución o de los programas y concluye en un juicio sobre la calidad de una u otros”[5].  La tercera y última fase, cuya responsabilidad cae en Consejo Nacional de Acreditación, corresponde a la evaluación final con base en la contrastación del informe de autoevaluación emitido por el propio programa académico y el informe evaluativo emitido por la comisión externa. El juicio técnico que emita el CNA es base para que el MEN expida la certificación de calidad académica del programa.

En Colombia, de conformidad con los Lineamientos para Acreditación emitidos por el CNA

una institución se reconoce, a través de tres elementos: i. Las características de su comunidad académica en relación con el campo de acción en que opera (Art. 7 de la Ley 30 de 1992), campo que está referido al tipo de conocimiento que cultiva; ii.las disciplinas, las profesiones, las ocupaciones, o los oficios para los cuales forma; iii. La relación que guarda con el medio externo. La calidad del programa académico e instituciones [según el caso] sometidos al proceso de acreditación se evalúa en Colombia, mediante el análisis de las características [misión y visión, principios y valores, propósitos y metas, objetivos de la institución, en forma articulada y coherente con sus funciones fundamentales: docencia, investigación y proyección social], las cuales son valoradas en términos de criterios de: Universalidad, Integridad, Equidad, Idoneidad, Responsabilidad, Coherencia, Transparencia, Pertinencia, Eficacia y Eficiencia”, [1], [5].
El proceso de acreditación de programas toma en consideración la evaluación [interna y externa] respecto de cada uno de los siguientes factores: i. Misión y Proyecto Institucional; ii. Estudiantes; iii. Profesores; iv. Procesos académicos; v. Bienestar institucional; vi. Organización, administración y gestión; vii. Egresados e impacto sobre el medio; viii. Recursos físicos y financieros.

Lograr la certificación de calidad de un programa académico va más allá de la satisfacción del ego por parte de los protagonistas y los beneficios trascienden el simple impacto positivo para la  institución educativa que lo obtiene. De hecho, éstas no sólo ganan el reconocimiento a nivel nacional, oficialmente legítimo, respecto a la calidad de los procesos que soportan su quehacer académico, sino que alcanzan un  sitial de competitividad que les permite accesar a nuevos recursos y construir  alianzas con otras instituciones de reconocido prestigio nacional e internacional. Ganan así  mismo mayor credibilidad y por consiguiente se convierten en primeras opciones como casas de estudio por parte de sus potenciales estudiantes, quienes procurarán estudiar en una Institución que ofrezca el programa de su predilección acreditado.

A los estudiantes y padres de familia [que conforman y representan parte de la sociedad que recibe los insumos formativos de manera directa] el beneficio es egresar de una Institución con su programa acreditado, por cuanto se convierte en una carta de presentación laboral, que sugiere haber sido formado con alta competitividad.  La componente social [empresas e industrias] receptora de los nuevos profesionales y/o egresados de postgrados se benefician del proceso de acreditación de alta calidad, al poder vincular al mercado laboral un talento humano idóneo, con competencias para aportar soluciones a las demandas productivas. Para el país en general [en sus acepciones de nación, Estado y República] contar con Programas con acreditación de alta calidad es  garantía de que sus más preclaros profesionales tienen las competencias, idoneidad, eficiencia y calidad humana y ética para abordar los compromisos y liderazgos que demanda el creciente  desarrollo.

La carrera universitaria Licenciatura en Lenguas Modernas que oferta la Pontificia Universidad Javeriana, tiene una duración de diez [10] semestres, está orientada a la preparación y formación de profesionales “en el campo de la lingüística aplicada a la enseñanza de las lenguas extranjeras con énfasis en inglés y francés”. [6]. Según esta fuente, tal enfoque conlleva procesos formativos en:
El conocimiento de las culturas en las que se habla la lengua respectiva; el manejo de las cuatro competencias que constituyen el conocimiento integral de una lengua (comprensión del lenguaje hablado, expresión oral, comprensión de textos y expresión escrita); la capacitación en pedagogía e investigación orientadas al conocimiento y a la aplicación de procesos de docencia y aprendizaje de los idiomas”.  
En términos de los objetivos específicos del programa, la carrera de Lenguas Modernas busca dar al docente formación en:
Los campos de desempeño que determinan su quehacer; las competencias disciplinares e interdisciplinares que constituyen su saber; las dimensiones de la formación integral que constituyen su ser”, de conformidad con su rol como: “ Teórico de la lengua; agente de un proceso cultural; guía pedagógico de sus futuros estudiantes e investigador en el campo de la lingüística y la pedagogía”, [7].
Finalmente, el perfil ocupacional concebido para los profesionales formados en este programa académico comprende los siguientes campos de desempeño:
Docente de lenguas extranjeras; Asesor en la construcción de propuestas para la enseñanza de lenguas extranjeras; Investigador educativo; Traductor de textos escritos; Administrador educativo; Representante, asesor, autor y vendedor de materiales en la industria editorial; Empresario; Director de programas de capacitación; Otros campos profesionales como el turismo, la hotelería y las relaciones internacionales”.[8]
Ciertamente, además del privilegio de pertenecer a la reducida élite de personas que pueden accesar a un programa de formación universitaria en Colombia, constituye un honor cursar el proceso formativo en uno de los pocos programas académicos que han alcanzado el certificación de calidad académica en una Institución que también ha logrado tan alta distinción. Este orgullo de pertenecer a un programa acreditado se sustenta en los siguientes datos: De los 11869 programas de pregrado con registro calificado incluidas en el SNIES del MEN, sólo 932 programas [7.85%] están acreditados en Colombia [9], 801 de los cuales son ofrecidos por Universidades, los 131 programas restantes son ofertados por Instituciones Universitarias, Técnicas y Tecnológicas.

De los 932 programas acreditados, 68 [7.3%] ó 0.57% del total de programas registrados, pertenecen a Ciencias de la Educación; de éstos, sólo trece [13], 19.12% o 0.11% del total de programas acreditados, corresponden a Lenguas Modernas, Idiomas y afines. De los 13, 6 son ofrecidos por Universidades con Sede en Bogotá [Pontificia Universidad Javeriana, Universidad de Los Andes, Universidad Nacional, EAN, Universidad Distrital y Universidad Pedagógica Nacional].

El CNA y por su intermedio el MEN de Colombia reconoce como fortalezas del Programa Académico de Lenguas Modernas que ofrece la Pontificia Universidad Javeriana [10], las siguientes:
La multidisciplinariedad del currículo, la doble titulación, las metodologías de enseñanza, la pedagogía, la formación investigativa y el sistema de asesoría estudiantil; el bienestar universitario, sus políticas y servicios que contribuyen con la formación integral explicita en el programa; el plan de formación permanente del profesorado; la pertinencia social del programa frente a las necesidades del país en un mundo globalizado, multicultural y plurilingüe; los recursos físicos de la universidad y del programa para el desarrollo de las funciones de docencia, investigación y proyección social; la selección e invitación de profesores del programa como pares académicos y profesores visitantes; el seguimiento a egresados y su impacto social y académico; la dotación y servicios de la biblioteca, así como las bases de datos pertinentes al programa, el centro de recursos en la biblioteca central, debidamente dotada para el programa y los recursos informáticos y de apoyo docente; la participación e interacción de profesores del programa en eventos, redes y convenios nacionales e internacionales y actividades de movilidad académica como becarios del consejo británico, del programa albanó y del proyecto china de intercambio; los grupos de investigación que apoyan el programa, categorizados en Colciencias, 2 en C, 1 en D; la planta docente conformada por 64 profesores, de los cuales 33 son de tiempo completo y 4 de medio tiempo; 5 Poseen título de doctor y 48 magísteres”. 
Para la Universidad Javeriana, la acreditación es una prioridad que le permite cumplir con lo establecido en su razón social de ser una Institución educadora de talento humano al más alto nivel de formación y, en tal sentido, entiende la calidad académica como compromiso social, de forma tal que el resultado de los  procesos formativos dan respuestas a las exigencias sociales específicas existentes en el país. La acreditación de alta calidad es requisito esencial, para permanecer activa con altísima competitividad, vivenciar el mejoramiento continuo, construir la posibilidad de lograr un mejor y mayor sitial de reconocimiento y respetabilidad en el ámbito internacional, y ser un interlocutor válido en la sociedad mundial del conocimiento.

El hecho de que la Universidad Javeriana, Sede Bogotá, sea una de las 15 Instituciones que han logrado integralmente en Colombia, la acreditación de alta calidad y que ostente un alto número de programas con certificación de calidad, es un argumento de peso que confirma la validez de la hipótesis planteada.

El programa académico de Lenguas Modernas que ofrece la Universidad Javeriana es uno de los 932 programas académicos de un total de 11869 programas de pregrado ofertados en Colombia que ha alcanzado la acreditación de calidad y que pertenece, igualmente, a una Institución de la reducida élite de Universidades que también ha logrado tan alta distinción.

El hecho de que el programa académico de Lenguas Modernas de la Universidad Javeriana haya logrado la acreditación de alta calidad, significa que cumple los requisitos establecidos por el MEN para tal propósito y posee las siguientes fortalezas:

o   Cumple con requisitos de  alta calidad en la enseñanza de idiomas.
o   Satisface condiciones normativas para ofrecer servicios formativos.
o   Cuenta con recursos físicos  y logísticos apropiados  de apoyo a las actividades sustantivas básicas de una Universidad.
o   Está respaldado con un cuerpo docente  de alta competencia, con estudios de postgrado y buena productividad intelectual.
o   Posee  un plan curricular apropiado a las exigencias del mercado, lo cual garantiza una  muy buena formación
o   Brinda transparencia en la información académica que divulga
o   Tiene reglas de juego claras



Referencias Bibliográficas

[1] CNA, República de Colombia. “El Sistema Nacional de acreditación”. http://www.cna.gov.co/1741/article-186365.html

[2] Universidad del Cauca. Proceso de Autoevaluación con fines de acreditación.

[3] Vicedecanatura Facultad de Ingeniería. Universidad de Antioquia. Procedimiento registro calificado de programas académicos de educación superior. 2006.

[4] República de Colombia, Ministerio de Educación Nacional. Lineamientos Para la acreditación de alta calidad de Programas de Maestría y Doctorado.

[5] CNA, 2006. Lineamientos para la acreditación de programas. http://www.cna.gov.co/1741/articles-186359_lineamientos_2.pdf

[6] Universidad Javeriana, Licenciatura en Lenguas Modernas. Naturaleza y Objetivos. http://www.javeriana.edu.co/Facultades/comunicacion_lenguaje/website/pre_lic_leguas/naturaleza.htm

[7] Universidad Javeriana. Licenciatura en Lenguas Modernas. Perfil del egresado. http://www.javeriana.edu.co/Facultades/comunicacion_lenguaje/website/pre_lic_leguas/perf_egre.htm

[8] Universidad Javeriana. Licenciatura en Lenguas Modernas. Perfil Ocupacional. http://www.javeriana.edu.co/Facultades/comunicacion_lenguaje/website/pre_lic_leguas/perf_ocup.htm

[9] El Observatorio de las Universidad Colombiana. Programas registrados por IES en el SNIES.

[10] CNA. Consultar programas acreditados.
[11] Alberto Roa Varelo, CNA, Colombia.Hacia un modelo de aseguramiento de la calidad en la Educación superior en colombia: estándares básicos y Acreditación de excelencia”. http://www.cna.gov.co/1741/articles-186502_doc_academico8.pdf
[12] Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. XXI Edición. Madrid, 1.992

[13] Departamento de Ciencias Contables, Universidad de Antioquia. “Algunas características de las ponencias”. Revista Adversia, Revista virtual de Estudiantes de Contaduría. Comité Editorial, pág. 1,2. http://contaduria.udea.edu.co/proyecto/archivos/rev/doc/Sugerencias%20para%20hacer%20una%20ponencia.pdf

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